“Nos van a mandar a la mierda, ya verás.” Eso fue lo que le dije a Guada Sáez media hora antes de que empezase la primera reunión.
Habíamos convocado a un grupo de diez amigos guionistas que acudieron sin saber gran cosa. La única información que tenían era un breve mensaje incluido en un grupo privado de facebook llamado “¿Hacemos un largo?” que habíamos creado una semana antes.
La idea era aparentemente simple: Rodar un largometraje compuesto por diez cortometrajes distintos con un tema común, la situación actual de la Comunidad Valenciana. Y hacerlo ya, antes de que acabase el año.
El factor tiempo era importante. No íbamos a invertir ni un sólo día en intentar conseguir ninguna subvención, no haríamos ninguna campaña de crowdfunding y tampoco invertiríamos ni un solo segundo en pensar el modo de conseguir un patrocinador ni nada parecido. Esto, o lo hacíamos ahora con los medios de los que ya disponíamos, o no lo hacíamos.
“Ya verás como no”. Me respondió Guada media hora antes de que empezase la reunión. Y al final resultó que tenía razón.
La gente reaccionó muy positivamente y para cuando quise darme cuenta ya estábamos fijando una fecha límite de entrega de la primera versión de los guiones.
Fue entonces cuando jugamos nuestro as en la manga. Escribir era una cosa, pero empezar a rodar era otra completamente distinta. Por eso, contar con un equipo técnico estable dispuesto a rodar las historias de todos aquellos que no contasen con su propio equipo fue fundamental. Paco Barreda y Nuria Cardona habían asumido ese reto antes incluso de la primera reunión con los guionistas y estoy seguro de que si este proyecto está saliendo adelante es, en gran parte, gracias a ellos.
En este tiempo ha habido bajas y altas. Por razones varias, hubo quien tuvo que abandonar el proyecto, pero también hubo quien nos pidió subirse al tren en marcha, por lo que el número de historias siempre ha permanecido estable. Además, el número de personas implicadas de algún modo u otro no para de crecer. A día de hoy, esta es la lista de guionistas implicados en el proyecto: Ignacio Díaz, Juan Antonio Cerezuela, Mertxe Aguilar, Óscar González, Carmen Valera, Néstor Vilar, Paco Barreda, Josep Vicent Miralles, Mar Solana, Guadalupe Sáez y un servidor.
Y poco más hay que contar. La primera reunión fue el 27 abril de 2012 y el primer rodaje el 10 de agosto. Según el calendario que hemos fijado, y que hasta el momento estamos cumpliendo a rajatabla, a principios de noviembre ya lo tendremos todo rodado y podremos estrenar a principios del año que viene. Si todo va bien, no habrá pasado ni un año desde que se nos ocurrió la idea hasta su estreno.
A continuación, si me permitís, responderé a una serie de preguntas que sé que rondan en las cabezas de muchos:
Has dicho que los historias tratan la situación actual de la Comunidad Valenciana ¿vais a dar caña o qué?
Estoy seguro de que más de uno se sentirá ofendido con alguna de las historias. Hay mucho tonto susceptible suelto que, en el fondo, se siente culpable y no soporta descubrir que otros nos hemos dado cuenta de la clase de persona que es. Pero eso, aunque no es nuestro objetivo, resulta inevitable.
El hecho de que no dependíamos económicamente de nadie, nos permitía hacer y decir lo que nos diese la gana. Pero desde el primer momento tuvimos claro que no queríamos hacer nada panfletario, ni reivindicativo, ni acusica, ni triste. Sencillamente, cada uno de nosotros eligió un tema y escribió un guión. El resultado es una serie de historias de estilos y enfoques completamente distintos pero con algo en común, todas se dejan ver con una sonrisa en la cara.
¿Cuál es el objetivo? ¿Qué pretendéis con esto?
Tal y como están las cosas por aquí, ya daba por supuesto que este verano iba a pasar sin pena ni gloria profesionalmente hablando para mí. En cambio, acabaré 2012 habiendo participado en el rodaje de un largometraje. Sólo por eso a mí ya me merece la pena.
Pero hay más motivos. El objetivo de este proyecto no es otro que llegar al mayor número de gente posible y tratar de hacerles reflexionar sobre todo lo que está pasando. Nosotros trabajamos con las imágenes, eso es lo que sabemos hacer, y sólo estamos usando lo que sabemos hacer para lanzar nuestra opinión.
Puede que el sector cultural en la Comunidad Valenciana esté tocado de muerte. Pero yo sigo vivo y no me da la gana estarme calladito.
Si estáis dispuestos a trabajar gratis ¿por qué os ponéis tan pesados luego para que os paguen?
Perdona, esto no es trabajar. Cuando un futbolista profesional echa una pachanguita en verano con sus colegas del pueblo, no está trabajando. Cuando un actor porno echa un polvete mañanero sin que ninguna cámara lo grabe, no está trabajando. Pues nosotros lo mismo. Esto es una pachanguita con los colegas, lo que pasa es que hay gente tan buena en el campo y nos lo hemos tomado tan en serio, que estamos dando espectáculo.
¿Por qué vais por ahí fardando de que esta es una producción de coste cero?
No hemos fardado de nada, lo que ocurre es que, por alguna extraña razón, eso de que estamos consiguiendo levantar el proyecto sin disponer de ningún presupuesto parece llamar mucho la atención. Pero no es algo de lo que estemos orgullosos. Ojalá cuando concebimos la idea hubiésemos visto claro que el mejor modo de financiarla era de este o de aquel otro modo, pero sabíamos que algo así lo iba a tener muy complicado y que si lo intentábamos, esta parte del proceso se eternizaría poniendo en peligro las ganas y el empuje inicial. Simplemente decidimos saltarnos esta parte y asumir los handicaps que ello iba a suponer.
Por supuesto, hemos tenido que invertir algo de dinero. El catering de cada rodaje, por ejemplo, lo asume el responsable de cada cortometraje. Y si hay que comprar algún objeto de attrezzo o algo de vestuario también. Pero más allá de eso no está habiendo muchos más gastos porque cada una de las personas que ha decidido participar en este proyecto lo ha hecho sabiendo cuales eran las condiciones y desde el primer momento están haciendo todo lo posible para abaratar costes, aportando gratuitamente todo el material técnico del que disponen y su propio trabajo.
Podría decirse que “Tots a una veu” es un proyecto personal de medio centenar de personas.
Además, cuando el proyecto empezó a ser conocido (se ha hablado del proyecto aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí), nos encontramos con que gente que todavía no estaba vinculada al proyecto se ponía en contacto con nosotros para ofrecernos su colaboración y sus equipos. Por poner un ejemplo, han llegado a ofrecernos una cámara subacuática con operador incluido.
Teniendo todo esto en cuenta, para hablar con propiedad lo que deberíamos decir no es que esta es una producción de coste cero. En realidad nos estamos gastando una millonada. Si considerásemos que cada una de las personas que participan en el proyecto es un productor que ha asumido los costes de su propio sueldo y el importe del alquiler de materiales y calculásemos esos gastos según el valor actual del mercado… el presupuesto estaría muy lejos de ser cero.
Yo he sido el primer sorprendido con todo esto. La envergadura y el nivel de implicación que está consiguiendo este proyecto ha superado con creces mis expectativas.
De verdad que no entiendo cómo habiendo tal cantidad de profesionales de primer nivel con ganas de trabajar, el sector audiovisual de esta comunidad está como está. Supongo que incluso el mejor equipo humano mal dirigido se la acaba pegando. Y nos la hemos pegado, de eso no hay duda. Pero si ya hemos tocado fondo, empecemos a levantarnos. Deshagámonos de bultos extraños y empecemos a andar.
Estoy seguro de que este proyecto es un pequeño paso en la dirección correcta.
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