6 may 2011

Entrevista

Esta entrevista fue publicada la semana pasada en 360gradospress.


En tu blog, 'La mano del guionista', hay una especie de biografía no oficial tuya. ¿Hay algo de real en ella o es todo un guión de ficción?

Es una broma y prácticamente todo falso, excepto lo del Ferrari.

- Los niños quieren ser bomberos, médicos, futbolistas...¿Te has encontrado ya con algún niño que quiera ser guionista?

Pues no, la verdad. Yo no los conozco, pero tampoco creo que haya muchos por ahí.
El trabajo de guionista no está tan reconocido socialmente como para que los niños se identifiquen con la profesión. Puede que haya alguno que diga que quiere ser actor o presentador porque le gustaría ser tan gracioso como ellos. Puede, llámame loco, que si se le explicase a ese niño que los actores y los presentadores no se inventan sobre la marcha todo lo que dicen sino que hay quien se lo escribe, puede... que entonces ese niño dijese que quiere ser guionista de mayor. Pero lo más probable es que no.

- Estudias filosofía y al finalizar la carrera rediriges tu vida hacia el campo del guión. ¿Era algo que ya tenías medianamente pensado?

Recuerdo que a mitad del último curso de instituto nos hicieron una especie de cursillo orientativo para informarnos sobre cómo era la universidad y las distintas carreras que podíamos elegir. Al final nos dieron un librito con toda la oferta académica disponible en Valencia y en la página dedicada a la carrera de Filosofía, justo en el recuadro de “Salidas profesionales” aparecía lo siguiente: Docencia, investigación y medios de comunicación. Estoy seguro de que ya en ese momento la última opción fue la que más me atrajo. Supongo que la vocación por lo audiovisual ha estado siempre ahí, pero en ese momento ni se me pasaba por la cabeza estudiar Ciencias de la Comunicación o Periodismo. Tenía muy claro que quería estudiar Filosofía y creo que fue una buena decisión. Disfruté la carrera y crecí mucho, siempre digo que aprendí a leer y a escribir en esos años.
Eso sí, cuando terminé constaté que alguien se había columpiado y mucho escribiendo aquel librito de orientación para estudiantes...

- ¿Qué te ofrece el guión para decidir de esa forma que quieres ser guionista?

Supongo que sencillamente disfruto escribiendo y poder ganarme la vida haciendo algo que me apasiona hace que viva mejor que si trabajase en cualquier otra cosa.
Para mí llegar a ser guionista profesional se convirtió en un reto. No me resultó nada fácil conseguir el primer trabajo, ni el segundo... bueno, la cosa sigue siendo complicada. Pero incluso antes de firmar mi primer contrato ya sabía que esto me iba a gustar.
Además, ahora que ya llevo un tiempo en esto, puedo decir que me he divertido en todos y cada uno de mis trabajos, a pesar de las muchas pegas que tenían. Espero seguir quejándome muchos años más.

- Sin ser hemanas, el guionista y el periodista se podrían considerar prácticamente profesiones de la misma familia. ¿Está igual de mal el mundo del guión?

No sé cómo estáis los periodistas, pero espero que os vaya mejor que a nosotros, sinceramente...

- ¿Cómo es el día a día de un guionista que no trabaja para una determinada productora?

Es muy sencillo. Cuando un guionista está trabajando para una productora se pasa el día quejándose de que no tiene tiempo para trabajar en sus proyectos personales. Y cuando no está trabajando para ninguna productora, se pasa el día quejándose de que necesita volver a tener horarios, compañeros de trabajo y un sueldo a fin de mes.
Personalmente, que me encuentro ahora mismo quejándome de lo segundo, procuro ocupar mi tiempo escribiendo y desarrollando proyectos. Imparto algún que otro curso de guión, asisto a otros cursos como alumno, publico casi todas las semanas en mi blog y estoy trabajando en un proyecto de largo. Además, ahora mismo estoy en plena preproducción de un corto que rodaremos dentro de poco. No me aburro, la verdad.

- Concursos de guión, pruebas, más concursos. La vida del guionista es una continua prueba, una vida en el alambre. ¿Has sentido frustración en algún momento, ganas de dejarlo todo?

Frustración sí, demasiada diría yo. Ganas de dejarlo no. Si tuviese que dejarlo sería sin ganas y porque no me quedase más remedio.
Es una pena, pero esta posibilidad es real, está ahí. Como tú dices, esta profesión te mantiene siempre al borde del abismo. Conozco a unos cuantos guionistas que han decidido abandonar la profesión porque ya no aguantaban más. Buenos guionistas. Seguir a veces no resulta nada sencillo y no por una cuestión de valía. Ojalá los buenos profesionales consiguiesen siempre buenos resultados. Pero no es así.

- Impartes cursos de guión a algunos de los que serán futuros guionistas españoles. ¿Existe mucha demanda para estos cursos, mucha gente con ganas de ser guionista?

A los cursos de guión, sobre todo a los de iniciación, asiste gente de todo tipo con motivaciones muy distintas. Por supuesto los hay que aspiran a ganarse la vida escribiendo, pero también hay mucha gente que sólo se plantea el guión como un hobby y los que quieren aprender sobre guión simplemente porque les gusta el cine.
Tanto en los cursos que he impartido personalmente, como en los que hemos organizado desde EDAV, la asociación de guionistas valencianos, la asistencia siempre ha sido satisfactoria. Para que te hagas una idea, más de una vez el número de inscritos ha duplicado el número de plazas disponibles para el curso.
Además, la desaparición el año pasado de la FIA (Fundación para la Investigación del Audiovisual) ha generado un vacío muy grande. Esta institución era un punto de referencia para el mundo del guión. Organizaba multitud de cursos, seminarios, jornadas, conferencias e incluso dos Masters de guión de cine y televisión con profesores excelentes. Si querías estudiar guión, allí era donde tenías que ir. De hecho, muchos de los guionistas profesiones que están en activo ahora mismo en Valencia somos exalumnos de la FIA.
Desde EDAV se está haciendo mucho por mantener una buena oferta formativa de guión en Valencia y se están organizando muchos cursos interesantes. Pero lamentablemente hoy por hoy, si alguien quiere estudiar guión en profundidad, no le queda más remedio que irse a Madrid o a Barcelona.

- ¿Es difícil hacerse un hueco, por pequeño que sea, en la industria audiovisual española?

Sencillo no es, desde luego. Lo que hace que esta profesión sea tan inestable es que los guionistas estamos obligados a conseguir proyecto tras proyecto. Normalmente, los que trabajan en televisión, son contratados por las productoras para proyectos concretos. Cuando el programa o la serie termina, su contrato también. Y para los guionistas de cine el juego es similar. Cuando consiguen vender un guión llegan al final de un proceso que les deja en el mismo punto en el que empezaron. Para vender otro guión, primero hay que escribirlo.
Hacerse un hueco en este sector consiste, supongo, en conseguir que el temido trance entre proyectos sea cada vez más corto. Y, que yo sepa, la única forma de conseguir esto es trabajando bien. Que tus compañeros se acuerden de ti cuando necesiten a alguien, que los profesionales con los que trabajaste hablen de ti cuando alguien les pregunte si conocen a un buen guionista o, la mejor opción de todas, que tu trabajo sea lo suficientemente exitoso como para que sirva como carta de presentación por sí mismo.
Cuando consigues algo de esto, sólo falta que alguien necesite un guionista en alguna parte, que haya trabajo. A veces ocurre.

- Hablando de industria, y de fan a fan de The Wire. ¿Que no se hagan en España series de la calidad de The Wire es culpa de los guionistas o hay que apuntar un poco más hacia arriba?

Es complicado decirlo. Esta pregunta surge bastante a menudo en blogs y foros de guionistas y te encuentras con opiniones para todos los gustos.
The Wire, por seguir tu ejemplo, es una serie producida por HBO, una cadena privada de pago americana con unos treinta millones de abonados que pagan religiosamente su cuota cada mes. La realidad para esta cadena es muy distinta a la de cualquier cadena española. Tienen mucho más dinero, es un hecho, y esto les permite ciertos lujos que aquí son impensables. Por ejemplo, pueden permitirse arriesgar con una serie como The Wire, que está dirigida a un público minoritario. Incluso entonar el que se joda el espectador medio”, una frase que pronunció David Simon, el creador de The Wire, y que se ha hecho bastante conocida.
Poner en pie una serie es muy caro, por eso las cadenas suelen ser conservadoras. Por supuesto, nada garantiza el éxito, pero sí hay unos proyectos más arriesgados que otros. En España suele apostarse por series generalistas, que buscan atraer a toda la familia, porque se entiende que es la opción más segura.
Pero hay más. Aquí la escritura del guión suele ir pegada a la emisión, porque así se puede dirigir la serie en un sentido o en otro dependiendo de la respuesta del público. Dar más protagonismo a un personaje o una trama que esté gustando, por ejemplo.
Puedes estar seguro de que los guionistas de The Wire contaron con bastante más tiempo para trabajar en el proyecto del que un guionista español ha tenido jamás trabajando en una serie. Además, pudieron pensar desde el principio en la totalidad de la serie, entendiéndola como un proyecto cerrado, independientemente de la respuesta del público. The Wire fue una apuesta arriesgada y podría haber fracasado, de hecho la primera temporada pasó bastante desapercibida, pero la cadena asumió el riesgo y dejó que los guionistas escribiesen la serie que tenían en la cabeza sin interferencias externas. El resultado ya lo sabes, una serie de culto.
En España estamos lejos de esto todavía, pero desde luego no es por falta de talento. Aquí se hacen series muy buenas con presupuestos muy ajustados y además, poco a poco se está arriesgando cada vez más. Ahora mismo tenemos series de ninjas, de vampiros, apocalípticas... ¿Quien nos lo iba a decir hace unos años?

- Alguna vez leí, no sé exactamente a quien, que sin un buen guión no se puede hacer una buena película, pero que sí que es posible hacer una mala película con un gran guión. Teniendo en cuenta la importancia del guión, ¿no resulta un poco decepcionante que al final casi todos los elogios se los lleven directores y actores? Sobre todo cuando nos alejamos de lo que se puede considerar el círculo de entendidos del séptimo arte... (No sé si me explico. Por ejemplo: Mystic River. Todo el mundo sabe que la dirigió Eastwood y que la interpretaron Sean Penn y Tim Robbins. ¿Pero alguien sabe el nombre del guionista?)

Pues sí, es así. Lo normal es que la gente haga referencia a las películas diciendo “quien sale” o qué película dirigió el director antes que esa. Y el eslogan publicitario: “Una película de...” es habitual, como si realmente un proyecto audiovisual pudiese ser obra de una sola persona. Pero en cierto modo todo esto es lógico. Los guionistas no son mediáticos. No son invitados a las ruedas de prensa ni pasan por los photocall. La gente no se sabe los nombres de los guionistas, no porque nos tengan manía, sino sencillamente porque sus nombres no son usados como estrategia de venta.
Pero incluso esto también está cambiando. Puede que a la gran mayoría no les suene el nombre de Brian Helgeland, guionista de Mystic River (por supuesto yo también he tenido que buscarlo), pero seguro que a más de uno sí le suene de algo el nombre de J.J. Abrams, creador de Lost, o el de Aaron Sorkin, guionista premiado con el Oscar al mejor guión por la La red social.
Es un proceso lento, pero la gente cada vez sabe más de cine, conoce en qué consiste el trabajo del guionista y sabe apreciar el trabajo que estos hacen.

- En casi todas las profesiones artísticas, uno tiene a algún profesional del sector como referencia. ¿Cuál es el tuyo dentro del mundo del guión?

La verdad es que no soy nada mitómano, pero si tengo que elegir y ya que hemos hablado de The Wire, me quedo con David Simon.
Después de ver esta serie, mi favorita, leí bastante sobre su trayectoria profesional y vi otros trabajos suyos. Me parece sencillamente un genio.

- En 360gradospress apostamos fuerte por las redes sociales. Vemos cómo están influenciando éstas al mundo del periodismo. ¿En qué medida suponen un impulso para el guionista? ¿Ofrecen nuevas posibilidades?

Internet y las redes sociales son el futuro, eso ya nadie lo pone en duda. Pero, al menos de momento, este nuevo modelo de negocio no está generando mucho trabajo para los guionistas. Es extraño, pero es así. Ahora mismo estamos en una especie de paso intermedio. La red se entiende como un escaparate en el que hay que estar, pero del que no se espera sacar beneficios porque todavía no se ha encontrado el modo de hacerlo. Esto tendrá que cambiar, está claro, y puede que entonces la red se convierta en una plataforma que emplee tantos guionistas como las cadenas de televisión. Pero me parece que todavía queda unos años para que esto pase.
Eso sí, la palabra multiplataforma ya se ha puesto muy de moda y la red tiene mucho que ver en esto. Significa que ahora mismo todo proyecto ha de poder explotarse en distintos formatos y para distintos medios. Aguila Roja, por poner un ejemplo, ahora mismo es una serie, una película, un juego on-line, un juego de mesa, un cómic... y, por supuesto, una web para su comunidad de fans, con su blog, su foro y su tienda on-line. Incluir esta palabra en un proyecto suma puntos.

- Por último, y para aquellos que nos lean y estén pensando o soñando con ser guionista. ¿Qué consejo les darías?

Que se asocien. Pertenecer a una asociación de guionistas es muy útil y probablemente ahora más que nunca porque estos últimos años las asociaciones españolas están muy activas. Allí podrán conocer a otros guionistas y resolver muchas de las dudas que se suele tener cuando se empieza.
Desde las asociaciones se está luchando por conseguir cambiar ciertas cosas en este sector y es fundamental que la gente que empieza a trabajar tenga toda la información posible. Por ejemplo, hay que acabar ya con la idea falsa de que para empezar a trabajar como guionista primero hay que demostrar que se es bueno y mientras tanto... lo normal es aceptar condiciones laborales precarias. Esto sencillamente, no es cierto.
Esta es una profesión vocacional y va a seguir siéndolo, pero las ganas de trabajar no pueden cegarnos. Los aspirantes a guionista no deberían llegar al sector laboral con las expectativas más bajas que los aspirantes a abogado o a arquitecto. Esta es una profesión como cualquier otra y el primer paso para conseguir que la industria respete nuestro trabajo es que nosotros mismos, los guionistas, nos lo creamos.

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