23 mar 2011

El corto (1ª Parte): La razón

Vamos a rodar un cortometraje. ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¡Un poco de paciencia! Iré respondiendo a todas esas preguntas, pero poco a poco y empezando por la última.

¿Qué lleva a alguien a rodar un corto? Seguramente haya tantas respuestas a esta pregunta como cortos existan, pero la nuestra es de lo más original.

No partimos de una historia que quisiéramos contar, eso hubo que buscarlo luego. Tampoco tomamos la decisión porque pensásemos que rodar un corto sería una buena forma de practicar, aprender y dar a conocer nuestro trabajo, todos los implicados en este proyecto llevan años trabajando profesionalmente en el sector audiovisual. Ni siquiera nos animamos porque nos pareciese una buena excusa para quedar de vez en cuando a zamparnos una paella, eso empezamos a hacerlo cuando ya estábamos metidos en el lío.

Lo que provocó que decidiésemos rodar un corto fue nada más y nada menos que una buena idea de postproducción.

De esto debe hacer ya casi dos años, puesto que fue a mediados del 2009 cuando me encontré con aquel jaleo en la sala de montaje. En esas fechas trabajábamos en Indigomedia, una productora valenciana con unas instalaciones dignas del Titanic y un capitán con las mismas habilidades que el del transatlántico. La redacción estaba en la planta baja, mientras que las salas de montaje y sonido estaban en el primer piso, por lo que si alguien aparcaba en el garaje y subía por el ascensor, muchas veces no te enterabas de que estaba hasta la hora de merendar, cuando nos reuníamos todos en la cafetería o en la terraza del último piso.

Éramos un equipo joven y, salvo contadas excepciones, el buen rollo era generalizado. Supongo que por ese motivo muchas veces prefería subir a hablar cualquier cosa directamente con la persona en cuestión que hablarlo por la línea interna del teléfono. Bueno, por eso y porque cada vez que pedía algo tenía que convencerles de lo absolutamente necesario que era para el programa. No era extraño escuchar comentarios del tipo: Aquí viene el guionista del humor, a ver qué pide hoy... Y también hubo un par de días en los que decidieron jugar al escondite conmigo, sin avisarme de que pagaba yo. Subía y no encontraba a nadie, pero sabía que estaban porque por las escaleras había oído claramente: ¡Que viene! ¡¡Que viene!! Seguido de ruido de pasos y risitas. Lo pasábamos bien y también trabajábamos.

En medio de este ambiente, comprenderéis que al escuchar aquel jaleo en la sala de montaje una tarde cualquiera del 2009, me esperase cualquier cosa. Estaban todos allí, sentados en el sofá, en las sillas y de pie, alrededor de un monitor viendo algo. Por los comentarios era obvio que ya lo habían visto varias veces, pero el público pedía un bis detrás de otro. Javier Gallego ejercía de maestro de ceremonias y no se hacía mucho de rogar. Fue entonces cuando lo vi y comprendí por qué tanto alboroto.

El video en cuestión no duraba más de un minuto, pero si hubiese sido emitido en un informativo, podría haber sido nombrado video macabro del año sin problemas. Aquello era digno de Al Qaeda. De hecho, alguien podría haber pensado que se trataba exactamente de eso, de la grabación de una ejecución. Pero todos los que estábamos allí sabíamos que aquello tenía algún tipo de truco porque el del pañuelo tapándole la cara era Javi y la muerta era su prima.

El motivo de los bises era precisamente ese, descubrir en qué consistía el engaño. Pero no hubo forma. Tuvo que ser él quien nos desvelase cómo había conseguido grabar aquello.

Allí mismo, en ese rato, alguien dijo ya aquello de: Tenemos que hacer un corto con esto. Y yo no tardé mucho en decir: Pues si queréis ayuda contad conmigo.

Lo que pasó después os lo contaré en otro post.



Este video es una de las pruebas que hemos ido haciendo para el corto. Se grabó en la localización en la que iremos a rodar, ya os hablaré de este lugar en otro post. Y lo he colgado en esta entrada porque, aunque no lo parezca, en este video hay tres trucos. Alguno de pospo y otros no...

En el cine es todo mentira, pero a veces resulta difícil imaginar hasta qué punto...

Para empezar, la escopeta no funciona aproximadamente desde los años sesenta. Si os fijáis, veréis que donde debería estar el cartucho solo hay un agujero vacío y además el martillo no se mueve cuando supuestamente aprieto el gatillo. Por lo que, obviamente, aquello no disparó nada ni mucho menos provocó ningún retroceso. Lo simulé moviendo mi cuerpo hacia atrás como (imagino) me habría obligado a moverme el retroceso de haber existido.

Por otra parte, observad que la lata salta por los aires, explota, revienta. Efectivamente... ninguna bala ni perdigón voló desde la escopeta a la lata, simplemente le pusimos un petardo dentro. Si os fijáis mucho mucho veréis algo de humo saliendo de la lata antes de que explote. Es el humo que genera la mecha. Además, la lata explota, algo que no pasaría si una bala hubiese impactado contra él. Da el pego y poca gente se da cuenta, pero el comportamiento por impacto es muy distinto al que se consigue con un petardo.

Seguramente más adelante también hablaré de los efectos especiales que tendremos que usar para el corto, pero de momento os diré que se están barajando otras opciones para simular los balazos. Somos valencianos, pero los petardos no pueden ser la solución para todo...

Más cosas. Aunque tengo más reflejos que un gato, os puedo asegurar que mi movimiento fingido de retroceso simulado y la explosión no fueron tan simultáneas como se ve en el video. El bueno de Javi hizo algo de magia en postproducción y consiguió que lo pareciese.

Las mechas de los petardos explotan en un tiempo indeterminado, es imposible prever tan exactamente cuando va a explotar. Por lo que, siguiendo las instrucciones de los expertos, esperé a que el petardo explotase y reaccioné lo más rápido que pude. Las milésimas de segundo de desfase se solucionaron con un poco de maquillaje en la mesa de montaje.

Y por último, un detalle más. Si os fijáis veréis que sobre el segundo dos del video, justo antes de que explote la lata, aparece una especie de humo o sombra o no se sabe qué... en la parte inferior derecha de la imagen. Existen varias teorías sobre qué puede ser eso. Las malas lenguas dicen que esto es cosa de Javi, que como el video en un principio era para uso interno no estuvo muy fino en la pospo y se dejó un “ñapo”. Otros, en cambio, sostienen convencidos que estamos ante un hecho inexplicable, que la cámara grabó algo paranormal. ¿Qué es realmente? Eso, nadie lo sabe.

1 comentario:

  1. Sí, pero cuándo, cuándo, cuándo? jejejeje!
    Como lo dejéis para mucho más tarde acabarán inventando un plugin, de esos de apretar un sólo botón y do it, para hacer ese efecto de post-po y os deslucirán el invento. Menos mal que seguro que la historia es buena!!!! :)

    P.D: el doctor frame, experto manipulador de unidades indivisibles o casi, cree que lo del segundo 2 es el bosón de Higgs. Ni acelerador de partículas ni Óstias, para generar la particula de Dios nada mejor que una buena escopetà!!!!!

    ResponderEliminar